sábado, 6 de septiembre de 2014

Nicanor Parra: el hermano-padre del clan esencial de la cultura chilena



Saludamos al poeta, que hoy cumple 100 años, dejando por escrito la enorme influencia que tuvo en sus hermanos y el rol que jugó en el florecimiento de Violeta y Roberto Parra.  

Romina de la Sotta Donoso 

Diario El Mercurio, viernes 5 de septiembre de 2014

Todo el país celebra hoy el centenario de Nicanor Parra, quien hace justo 60 años se instaló como un referente con "Poemas y antipoemas". Premiado en todo el mundo, es el único de los hermanos Parra Sandoval que estudió más allá de la primaria. Físico y matemático, fue becado en la Brown University y en Oxford, y ejerció como profesor universitario. Su rol como hermano mayor marcó a fuego la identidad creativa del clan más relevante en la cultura chilena del siglo XX.

El profesor primario Nicanor Parra Parra y Clarisa Sandoval Navarrete, ambos músicos aficionados, tuvieron nueve hijos. De ellos, solo dos sobreviven: Nicanor y Óscar Parra (1930), más conocido como Tony Canarito, quien visitó hace poco al poeta en Las Cruces. Se presentó en 300 circos por más de 40 años, y en sus versiones de canciones tradicionales, la subversión parriana se expresa como parodia.

Él es uno de los tres hermanos nacidos en Chillán, al igual que Eduardo Parra (1918-2009) y Lautaro Parra (1928-2013). El primero fue un conocido cuequero, y el segundo hizo carrera en el extranjero como escritor y músico. Juntos, eran Los Viejos Parra. El menor de todos, Caupolicán, murió siendo lactante, y de Elba, ya fallecida, nunca se ha sabido mucho.

Con Lautaro y Eduardo, Nicanor tuvo periodos de comunicación más intensa; y otras épocas estuvieron más alejados. Con ellos, y también con Óscar, siempre fue hermanable. "Óscar dice que siempre que lo fueron a ver los recibió muy bien. Pero claramente el vínculo era más intenso con Hilda, Violeta y Roberto", comenta Francisco Véjar, quien ha visitado al poeta desde 1989 y le dedicó una crónica en el libro "Los Inesperados".
"Es cierto que con Violeta y con Roberto se podía ver una relación paternal. Hilda también fue muy cercana a Nicanor, pero era bastante autónoma porque era democratacristiana y se movía, con su repertorio, en eventos del partido", dice Gastón Soublette, quien compartió con el clan en los años 50 y 60.

Viola chilensis

"Cuando éramos niños" -dijo el poeta en 1993 a "El Mercurio"- "Violeta formaba un dúo con la Hilda, andaban siempre juntas. Y mi hermano Roberto formaba otro dúo con Eduardo. Pero con el tiempo se vio que no eran duplas, sino que este era un trío: la Violeta, Roberto y yo".

Hilda nació en 1916 y Violeta, en 1917. Igual que Nicanor, en San Fabián de Alico. Ellas dos cantaron como las Hermanas Parra, hasta que Nicanor habló seriamente con Violeta.

"Le dice que deje de ir a cantar música comercial con la Hilda a los bares, y que empiece a recopilar. Y el propio Nicanor la acompaña, al comienzo, a los campos. Él gatilla su capacidad como investigadora y su sistematicidad", comenta Paula Miranda, académica UC y autora del libro "La poesía de Violeta Parra".

Temprano había asumido como hermano mayor: solía desafinarle la guitarra a su padre, porque con el canturreo venían la fiesta y el vino, y él cambiaba. "Cuando muere su padre, Nicanor, de 16, se hace cargo de los hermanos mayores, porque con los menores la diferencia de edad marca una mayor distancia", agrega Miranda.El poeta insiste en que estudien y que se vengan a Santiago. La primera en llegar es Violeta.
"Cuando conocí a Violeta, me invitó a la casa de Nicanor, y él tenía alojado a un cantor a lo poeta de Puente Alto. Nicanor influyó para que Violeta se metiera en este mundo de la poesía popular, de la cual él ya entonces tenía un conocimiento profundo, y creo que justamente de la concepción del mundo de la lira popular emana su rebelión contra la estética burguesa, o cuica como la llamaba él", apunta Soublette.

Entre 1954 y 1958, Violeta escribe lo que en 1970 se publicará como "Décimas, Autobiografía en Verso", dándole todo el crédito de hermano-padre a Nicanor. Y en 1958 él publica el fonograma "Defensa de Violeta Parra". "En vida no se le hizo justicia", diría después.

La primera vez que Violeta conversó con Soublette, ella le habló del "gran poeta Nicanor Parra, mi hermano". "Lo admiraba mucho, y él fue un guía al centrar a esta genio en la tradición popular. Pero ella se convirtió en un planeta absolutamente autónomo, que podía incluso haber llegado a adquirir ascendiente sobre Nicanor, porque sus últimos poemas son excelentes", enfatiza el musicólogo.

"Ya en la etapa madura de creación de Violeta, en los años 60, se da una relación de enorme complicidad entre ellos; ninguno tiene ascendiente sobre el otro", confirma Miranda.

El propio Nicanor lo declaró a "El Mercurio" en 1993: "Ella rápidamente me tomó la delantera. Si cuando yo fui a París , en el año 64, ella me llevaba y me traía de la mano. Y yo ya era en ese tiempo, en vida de ella, el hermano de la Violeta".

Maestro Pinina

"Del que más hablaba era Roberto", dice Véjar. Autor de "Décimas de la Negra Ester", padre del jazz guachaca y figura de la cueca chora, Roberto Parra (1921-1995) fue el único que nació en Santiago. Cuando murió, le preguntaron a su hermano-padre que cuánta importancia como poeta le atribuía. "Es como preguntarse qué importancia para la arquitectura tiene el volcán Aconcagua", respondió.
"Nicanor era como un padre con él y tenían una gran relación creativa. Lo recordaba permanentemente, e incluso me dijo que había que poner más atención en Roberto que en Violeta", cuenta Véjar.
Miranda coincide: "Nicanor habla con mucha admiración de su hermano Roberto, igual que de la Violeta. Después de sus muertes, siguió tomando la cultura popular, lo campesino de Violeta y los bajos fondos de Roberto. A los dos los recrea y escenifica, para recordarlos: baila la cueca tal como la bailaba Roberto, y pone sus caras de cuando tocaba jazz guachaca. Y recita y canta las canciones de Violeta".

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