Nicanor es su mejor lector.
Es como un taller de poesía
en permanente actividad.
Nicanor es un maestro involuntario
El no funge de maestro, pero lo es
si tú sintonizas con su registro.
Su poesía es un pensar que nos piensa.
Parra es más radical porque utiliza
la filosofía crítica del lenguaje
y porque recurre a la economía
de dicción en el inglés.
Él siempre ha tenido un talento
para procesar la dicción popular:
lo ha hecho en las cuecas,
en los romances, en la dicción irónica
-incluso humorística-, en los refranes,
pero también en el lenguaje alucinado.
Esa es una lección del Quijote,
quien habla como loco
para decir mejor la verdad.
Un modelo de habla
que viene, a su vez,
de San Pablo
("agradó a Dios salvar a los creyentes
por la locura de la predicación").
No hay comentarios:
Publicar un comentario